Las certificaciones están bien… pero hay que tener en cuenta además…

Una de nuestras luchas es que el cliente sepa lo que se le ofrece en cada oferta. Tenga en cuenta a la hora de comprar ventanas, puertas, persianas, etc en resumen cualquier producto blindado, que si alguien le dice:  “esto es lo más seguro que hay” o  “ estoy no hay quien lo rompa” o “ ni con una bomba se abre esto” sin más, ya le dijimos que le estaba engañando. Se pueden utilizar argumentos más o menos comerciales para vender un producto pero siempre llegando a una frase en serio: Tiene o no tiene certificación? Qué nivel de certificación tiene?

Hasta aquí lo que la mayoría de los profesionales dan y lo que cada vez más clientes exigen. El caso es que hay que ir un poco más allá. Como saben las pruebas para la certificación las hacen profesionales que han estudiado los diseños de los elementos que prueban y atacan los puntos débiles. El caso es que esa prueba se hace en un elemento de unas medidas determinadas y obviamente con un producto de unas características bien documentadas. Por lo tanto, y por poner un ejemplo: si una ventana se certifica con una resistencia en un tamaño de 1 metro por 1 metro parece obvio que esa ventana no tendrá la misma resistencia en un tamaño de 2 x 2 metros verdad? Otro error común es el número de hojas ej: aunque dos fabricantes proporcionen ventanas con una determinada certificación, no será lo mismo si la certificación la han pasado con una ventana de una hoja que si la han pasado con una ventana doble de dos hojas. Esta última opción implica mucha más resistencia.

Este es un ejemplo de certificación en el que claramente aparece que la prueba se hizo sobre una ventana de dos hojas:

certificaciondueante